martes, 4 de junio de 2013

Día 4 – Castillo de Neuschwanstein


Si a alguien que no ha visitado nunca Munich le preguntasen si conoce el Castillo de Neuschwanstein, en el 99% de los casos, su respuesta sería…….”castillo de que?...ni idea”. Pero si a esa misma persona le enseñaran una foto de Neuschwanstein, en el 99% de los casos, su respuesta sería, diferente. Y es que el Castillo de Neuschwanstein es una de las fotos de castillos más conocidas, y además de verlo en miles de puzzles y fondos de pantalla, fue el castillo que inspiró a Walt Disney  como modelo para el Castillo de la Bella Durmiente de Disneyland, y que hoy en día es el logotipo de Disney.


Neuschwanstein fue el sueño de un rey, Luis II de Baviera, “el rey loco”, quien lo mandó construir en una época donde los castillos y fortalezas ya no eran necesarios desde el punto de vista estratégico. Fue su lugar de retiro, donde se trasladó a vivir en su mundo imaginario de caballeros y doncellas de la Edad Media, y es que el castillo y sus salas, están inspirados en historias de amor, de penitencia, de salvación, de reyes y caballeros. Su privilegiada ubicación, le dan un toque único y mágico, que por mucho que uno haya visto en fotos, es imposible no impresionarse cuando tiene al castillo delante suyo. 
Así que después de varios días en tierras alemanas, hoy tocaba la visita a uno de los platos fuertes del viaje, Neuschwanstein. Después de tres días de lluvia sin parar, el tiempo parecía mejorar, así que hoy por fin, parecía que íbamos a dejar el chubasquero y el paraguas en la mochila.
El castillo se encuentra en la localidad de Füssen (en realidad, a cinco kilómetros a las afueras de Füssen), a dos horas en tren de Munich, así que nos levantamos temprano, y después de desayunar, nos fuimos hacia la estación central, donde compramos nuestro primer Bayern Ticket (30 euros, tres personas).


Se trata de un billete que te permite viajar en todos los trenes de tipo regional en el Estado de Baviera, además de ser válido para viajar a Salzburgo, aunque de esto hablaré más adelante. El ticket permite usar toda la red regional de trenes y el resto de transportes, contando bus, metro, tranvía….todo lo que se necesite. El billete tiene validez a partir de las 9:00 h del día que se especifique (muy importante este dato, ya que son bastante estrictos en este sentido), de Lunes a Viernes, y todo el día los festivos y fines de semana. Se pueden comprar en cualquier máquina expendedora de billetes, y se puede comprar para el día que queramos, solo basta especificar el día que queramos a la hora de comprar el ticket. A la hora de comprar el ticket, también te preguntan por el número de personas, pudiendo ser un máximo de cinco (dos niños entre 6 y 14 años, cuentan como un adulto), y su precio varía dependiendo de el número de personas.
Una vez compramos el Bayern Ticket, nos fuimos a esperar nuestro tren, que tenía su hora de salida a las 9:52 h. Llegamos puntuales a Füssen a las 11:54 h, donde nada más bajar del tren, nos dirigimos al parking de la estación, donde hay autobuses esperando para llevarte a la zona de los castillos, todo muy fácil y bien organizado (los autobuses llevan fotografías y el nombre de los castillos). En poco más de cinco minutos, el bus te deja en el parking de acceso a ellos.
Lo primero que hacemos es ir a recoger los tickets que habíamos reservado previamente por Internet. Si se quiere evitar las largas colas que hay normalmente en las taquillas, se pueden reservar los tickets por Internet, con un coste adicional de 1,80 euros por cada castillo, que aunque caro, creo que merece la pena. Hay que tener en cuenta que los tickets hay que recogerlos como mínimo una hora antes de la hora de visita, así que si se viaja en tren, hay que tener en cuenta la hora que se llega para reservar. Cuando se hace la reserva por Internet, les dices la hora que quieres visitar los castillos y el idioma, y ellos te envían un mail de confirmación con las horas de visita asignadas. Todo muy sencillo. Una vez recogimos nuestras entradas (26,60 euros), nos dirigimos a hacia Hohenschwangau, el primero de los castillos que íbamos a visitar.
 

Se trata del primer castillo de la zona, que fue construido mucho antes que Neuschwanstein, de hecho, Hohenschwangau fue construido por el padre de Luis II, Maximiliano II de Baviera, donde se situaba la antigua fortaleza de Schwasntein, que databa del siglo XII, y fue la residencia de verano de los reyes, y donde Luis II de Baviera pasó sus años de adolescencia., antes de construirse su propio castillo.



Como nuestra hora de visita eran las 13:45 h, disponíamos de una hora de margen, así que aprovechamos para pasear por el lago Alpsee y hacer alguna foto. El entorno es idílico, y la paz que se respira en el lugar, te atrapa nada más llegar.



Subimos a Hohenschwangau y comenzamos nuestra visita. Se trata de una visita con audioguía que dura unos 25 minutos, y he de decir que me encantó. Se recorren distintas estancias del castillo, donde nos encontramos con salas pintadas con murales que representan batallas y personajes medievales, todo exquisitamente decorado. Una visita que se me hizo corta y que recomiendo a todo el mundo (dentro del castillo no se permiten hacer fotos, una lástima).


Después de la visita de Hohenschwangau, nos disponemos a visitar el plato fuerte del día, Neuschwanstein. Para subir hasta el castillo hay tres opciones, coches de caballos, bus o andando, opción que recomiendo siempre que se pueda. Los carteles indican 50 minutos de subida, aunque en poco más de 25 minutos, se llega tranquilamente.


Mientras se va subiendo, no se ve el castillo, pero una vez llegamos a su base, las vistas son espectaculares. Realmente parece un castillo de cuento de hadas.


Como todavía nos faltaba casi una hora para nuestra visita, decidimos ir a Marienbrücke, desde donde se obtiene la imagen icónica de Neuschwanstein. El sendero que lleva hasta Marienbrücke sale de la parte derecha del castillo, y está indicado en todo momento. De nuevo marca 20 minutos de subida, aunque en 10 minutos llegamos a él.


Si digo que las vistas desde Marienbrücke son espectaculares, increíbles, de ensueño, mágicas, creo que me quedaría corto. Marienbrücke es uno de esos lugares que te queda marcado para siempre, una de esas fotos que guardas en tu memoria y que viajan contigo para siempre.


Después de hacer mil fotos y quedarnos embobados con las vistas, bajamos para visitar el castillo. Al igual que la visita al Castillo de Hohenschwangau, la visita a Neuschwanstein me encantó. La visita guiada dura poco más de veinte minutos, y se realiza con audioguía. Se visitan muy pocas estancias del castillo, ya que muchas de sus habitaciones se quedaron sin terminar, pero entre las visitas destaca el dormitorio del rey Luis II y la Sala del Trono (una auténtica joya).


Mientras preparaba el viaje, leí muchos comentarios respecto a la visita del Castillo de Neuschwanstein. Mucha gente hablaba sobre si merecía la pena visitarlo o no (de hecho, mucha gente visita la zona del castillo sin llegar a entrar). Una vez visitado, yo solo puedo dar mi opinión personal, y la verdad es que las dos visitas a los castillos me encantaron y las recomiendo muchísimo.
Después de la visita al castillo, no pude resistir la tentación de volver a subir a Marienbrücke, así que de nuevo volvimos a subir, y volvimos a hacer otras mil fotos más (me hubiese quedado allí para siempre).
Una vez terminado nuestro tiempo en Marienbrücke, decidimos volver, esta vez, tomando un camino de tierra que encontramos mientras subíamos hacia el puente. En veinte minutos estábamos de nuevo en el parking donde nos había dejado el bus por la mañana, y una vez nos subimos a este, en cinco minutos llegamos a la estación de tren de Füssen. El siguiente tren hacia Munich salía en poco más de diez minutos, así que decidimos cogerlo e irnos a tomar nuestra última cerveza en la ciudad. 
Como despedida cervecera, decidimos ir a una Augustiner (como las echo de menos) que recomendaba nuestro hostel, se trata de la Augustiner Bräustuben.


Se trata de una cerveceria fuera del recorrido turístico, y lo notamos nada más llegar, ya que éramos los únicos turistas del local. Como siempre, la cervecería nos encantó, la cerveza deliciosa, y el ambiente genial. La cervecería se encuentra en la calle Landsbergerstrasse esquina holzapelsstrasse (parada de metro Hackerbrücke). Sin duda un lugar muy recomendable. Después de tomarnos unas cervezas, nos fuimos hacia nuestro hostel despidiéndonos de la ciudad, ya que al día siguiente marchábamos hacia nuestro siguiente destino, Salzburgo.


4 comentarios:

  1. Fantastica explicacion!!. Una pregunta: ¿el billete es ida y vuelta?. Gracias.

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  2. Hola!
    Con el Bayern Ticket puedes viajar durante todo el día de la fecha que se elige, las veces que necesites. Sólo debes tener en cuenta que de Lunes a Viernes el ticket es válido a partir de las 9:00 h, y en fin de semana es válido las 24h del dia elegido. Te recalco los horarios de Lunes a Viernes porque son bastante estrictos en este tema.

    Un saludo!!!

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  3. Muchas gracias!! Según he leído el tren sale a las 9:52 asi que supongo que no habría problemas en este aspecto .... Pensamos ir un viernes y espero que a la vuelta no tengamos problema de horarios .. ¿En qué estación hay que cogerlo y sale alguno antes? Saludos,

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  4. Hola,
    Nosotros lo cogimos desde la estación central de Munich, Hauptbahnhof. En cuanto al horario, hay un tren que sale antes de las nueve, concrétamente a las 8:53 h. En teoría está dentro del horario de la Bayern ticket, así que para evitar problemas nosotros decidimos coger el tren de las 9:53 que tú comentas. Con este tren llegas a Füssen a las 11:54 h, con tiempo suficiente para visitar el castillo y alrededores sin prisas ni agobios.
    Si quieres consultar los horarios puedes entrar en la web de DB Bahn y podrás ver todos los horarios y paradas que necesites. Te dejo el enlace por si lo necesitas.

    http://www.bahn.de/i/view/ESP/es/index.shtml

    Un saludo!!!!

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