sábado, 28 de septiembre de 2013

Día 8 – Lesotho

Llevábamos ya más de una semana en tierras sudafricanas, y para el día de hoy teníamos pensado visitar un pequeño país que se encuentra en el interior de Sudáfrica. Se trata del reino de Lesotho, uno de los países más pobres de África (con lo que eso significa) pero que he de confesar que me enamoró nada más poner mis pies en él. Íbamos a aprovechar que estábamos a unos 50 kilómetros de uno de sus pasos fronterizos para adentrarnos aunque solo fuese por unas horas en este pequeño país e intentar conocer un poco de su cultura y de sus gentes. 



Habíamos hablado con Vera que estábamos interesados en visitar Lesotho, y ella nos ofreció la ayuda de una guía, Zee, una chica muy divertida que nos acompañaría por el interior del país y nos enseñaría un poco la cultura e historia del país, nos enseñaría la vida en un poblado que quedaba cerca de la frontera, y nos serviría de intérprete para comunicarnos con la gente del poblado. El precio de la excursión era de 350 Zar por persona, e incluía el transporte desde la frontera al poblado y la comida en una de las casas del poblado. Nos pareció buena idea ir con alguien que conociera la zona y aceptamos.
Lesotho es un país que se encuentra rodeado completamente por Sudáfrica. El 80% del país se encuentra por encima de los 1.800 metros de altitud y su cota más baja son 1.400 metros sobre el nivel del mar. El 25% de la población vive en zona urbana, mientras que el otro 75% viven en zonas rurales. 



Es un país muy árido, ya que prácticamente todos sus bosques han sido talados debido a su alta demanda de combustible como leña, ya que una gran parte del país no tiene electricidad. La escasez de carreteras hace difícil moverse por el país, ya que de los 6.000 kilómetros de carreteras que dispone, tan solo 1.000 están pavimentados.


Tras desayunar, salimos poco antes de las 8:00 h en dirección a Phuthaditjhaba donde debíamos recoger a Zee y ella nos indicaría el camino hasta la frontera. Una vez nos encontramos con Zee, nos fuimos siguiendo sus indicaciones a través de poblados enormes que íbamos cruzando. Poco a poco íbamos ganando altura, comenzando a cambiar de nuevo el paisaje que nos íbamos encontrando, dejándonos ver enormes poblados llenos de chabolas de uralita que descansaban a los pies de enormes montañas que convertían el paisaje en una auténtica delicia. Entre risas y anécdotas llegamos prácticamente sin darnos cuenta a nuestro paso fronterizo, Monantsa Pass, en la frontera con Lesotho. Tras los trámites de pasaporte correspondientes, dejamos nuestro coche aparcado en el paso fronterizo y esperamos a una de las combis que realizan el trayecto de ida y vuelta al paso fronterizo y nos subimos en ella. Mientras esperábamos a nuestra combi, en poco más de cinco minutos vimos de primera mano lo rápido que cambia el tiempo en esta zona del país. Llegamos a Monantsa Pass y hacía un día soleado. Mientras esperábamos a que nos sellasen nuestro pasaporte, la lluvia comenzó a caer, convirtiéndose en granizo en menos de un minuto, y tras un par de minutos granizando, de nuevo el sol apareció, todo esto en cuestión de cinco minutos!!!!
Tras un viaje de unos 40 minutos por una carretera prácticamente imposible de circular llegamos a nuestro destino, un pequeño poblado muy cerca de la frontera donde el tiempo parecía haberse detenido hacía muchísimos años. Casas de adobe, tejados de paja, animales sueltos por el poblado, sin lugar a dudas estábamos viajando en el tiempo.



Antes de visitar el poblado, Zee nos llevó a lo alto de una montaña donde nos estuvo explicando la historia y costumbres del pueblo de Lesotho. Nos explicó las durísimas condiciones en las que este pueblo ha sobrevivido el paso del tiempo, sus guerras, sus creencias religiosas, sus costumbres, una interesantísima charla que nos llevó poco menos de una hora, y que escuchamos con toda la atención del mundo. Tras conocer un poco más sobre su historia, nos llevó hasta unas pinturas rupestres que había en la zona y nos explicó su significado. Tras la charla, nos fuimos a visitar la aldea. 



Mientras bajábamos de la montaña hacia la aldea, varios niños salían corriendo a nuestro paso para saludarnos, y una anciana nos ofreció ir a su casa a tomar un poco de cerveza preparada a base de maíz. 




Aceptamos la invitación y fuimos a su casa, donde un grupo de ancianos estaban sentados al calor del fuego bebiendo cerveza de un enorme cubo que tenían en un rincón. Nada más entrar en su casa, me sorprendió lo limpio que estaba todo, la cocina, los cacharros donde cocinaban, la casa en general…. Nos ofrecieron cerveza y la verdad que aunque el sabor recordaba ligeramente a la nuestra, tenía un sabor tan ácido que era imposible beber más de un trago. Curiosa para probar, pero nada más. Tras un rato de charla con los abuelos (y pago de algo de dinero por parte de Zee), nos fuimos a recorrer el poblado, donde sus habitantes salían a nuestro encuentro para saludarnos al grito de “Dumela”, su manera de decir “hola”. 


Tras un rato andando por el poblado, nos encontramos a un grupo de niños ensayando canciones que al parecer cantarían al día siguiente en la iglesia. Estuvimos un rato charlando con ellos y les pedimos que cantasen algo para nosotros, cosa que hicieron encantados. 


Tras un rato divertido con ellos, nos fuimos a la casa del profesor del poblado, donde su mujer nos había preparado una comida a base de maíz y algo parecido a espinacas. La verdad que la comida estaba deliciosa, y aunque no teníamos mucha hambre, tuvimos que terminarnos el plato que nos había preparado,  ya que Zee nos insistió en que en África es una falta de respeto a la familia el no comerse la comida que nos ofrecen. 


Tras acabarnos nuestro plato como es debido, nos fuimos de nuevo a recorrer la parte de la aldea que nos faltaba y finalmente acabamos en el bar del pueblo. Aquí pudimos probar la rica cerveza (esta vez embotellada) fabricada en Lesotho, aunque caliente, ya que como he comentado antes la zona carecía de electricidad. 


Aprovechamos para comprar unos cuantos caramelos que repartimos a los niños del poblado, los cuales seguían nuestros pasos desde el primer momento que habíamos pisado la aldea. Pasamos un buen rato con ellos, llevándonos un recuerdo inolvidable de nuestra corta pero intensa visita a Lesotho. Nuestra visita acabó aquí, donde de nuevo una combi llegó para recogernos y llevarnos de regreso al paso fronterizo. Nuestra visita a Lesotho fue muy corta, a penas fueron unas seis horas, pero me iba con la sensación de haber visitado un país diferente. De hecho esta sensación la tuve nada más cruzar su frontera, ya que todo lo que habíamos visto hasta ahora no se parecía en nada a Lesotho. 


Entiendo que las condiciones de vida del país son muy duras, y lo poco que conocimos no dejaba duda alguna, pero el entorno donde se encuentra, el paisaje que lo rodea, su gente, su cultura, hacen de Lesotho un país diferente. Me hubiese encantado quedarme al menos tres o cuatro días recorriendo el país, y de hecho se me pasó por la cabeza, pero era trastocar demasiado nuestro plan de viaje, además de perder el vuelo interno que teníamos en Durban en un par de días (como me arrepentía de no haber empleado los días de Blyde River Canyon y Parque Kruger aquí!!!), así que me marchaba de Lesotho con la sensación de haber visitado un país especial, que espero conocer a fondo en un próximo viaje.


Tras cruzar la frontera, volvíamos de nuevo a Sudáfrica y aprovechamos para ir al centro comercial de Phuthaditjhaba, Madiba Center, a comprar comida para los próximos días. Tras comprar provisiones, nos fuimos a nuestro backpacker donde estuvimos preparando la visita del siguiente día, Monk’s Cowl, en Champagne Valley, otro valle diferente a Royal Natal, así que hablamos con Vera y ella se encargó de buscarnos alojamiento por la zona.

Era nuestra última noche en Karma Backpackers, y como no, la pasamos al calor de su chimenea, con un roiboos bien caliente, y charlando con nuestros compañeros de hostel y Vera, sin duda, un rincón inolvidable. 

4 comentarios:

  1. Buenas, compañero! Tomo nota de tu fantástica experiencia. Si viajo por ahí miraré de invertir algo más de 6h visto lo visto jeje. Un abrazo!

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    1. Hola Pruden!!

      No imaginas lo que me arrepiento de no haber empleado más tiempo en visitar el país. Lo poco que pude ver me encantó, me pareció un país diferente. Pero bueno, como siempre hay que dejar algo para una segunda visita, ya tengo excusa para volver!!!

      Un saludo!!!

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  2. ¡Hola! Menudo descubrimiento de lugar, gracias por compartirlo.
    ¿Cómo se llama el poblado que visitasteis? ¿Ves factible pasar una noche ahí? ¿Recomiendas ir por libre o mejor con guía? Por lo que he entendido, fuisteis con vuestro coche hasta el paso fronterizo, ¿el camino es factible?
    Cuántas preguntas... gracias!

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    1. Hola Paula!!
      Gracias por leer el blog y perdona por tardar en contestar. Lesotho es un país increíble. La verdad que más que poblado eran varias casas desperdigadas en la falda de la montaña, así que dudo ni que tenga nombre. Si tienes la oportunidad, yo pasaría varios días recorriendo este pequeño país. Yo me arrepentí muchísimo de no dedicarle al menos una semana, pero ya se sabe que todo es imposible.

      En cuando a lo que preguntas si guía o por libre te diré que yo siempre viajo por libre, pero Lesotho es muy complicado hacerlo por tu cuenta. Piensa que no hay carreteras y mucho menos indicaciones para los poblados. Necesitas contactar con alguien que conozca la zona.

      Nosotros recogimos a la guía que nos ayudó a cruzar la frontera en un poblado cerca de esta y llegamos con ella hasta la frontera de Sudáfrica y Lesotho. Allí dejamos aparcado nuestro coche y una vez arreglamos el tema del pasaporte, un jeep que se dedica a llevar y traer mercancía nos llevó hasta el poblado. La carretera, si se puede llamar así, era impracticable, así que un 4x4 es imprescindible.

      Lo dicho, si tienes la oportunidad, dedícale varios días al país. Yo solo pude dedicarle unas horas y me arrepentí muchísimo.

      Cualquier cosa que pueda ayudarte, solo tienes que preguntar.

      Un saludo!!!!

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