Tíbet es uno de esos destinos que
cualquier viajero sueña alguna vez con conocer. Pero viajar a Tíbet es sinónimo
de complicaciones y aunque esa afirmación es cierta, con un poco de paciencia
se puede viajar perfectamente.
- Lo primero y más importante que hay que saber para viajar hasta Tíbet es que uno no puede viajar por su cuenta por el país. Para entrar necesita un visado especial que el gobierno chino otorga siempre y cuando se disponga primeramente de un visado de entrada a China. Además este permiso especial de entrada a Tíbet solo se puede gestionar a través de una agencia de viajes. Durante nuestra estancia en el país, tendremos que pasar infinidad de controles policiales, así que viajar por el país sin este permiso es del todo imposible.
- A Tíbet solo se puede acceder desde China o Nepal. Una vez tengas el visado chino, este tienes que enviarlo a la agencia con la que tienes pensado hacer el viaje en Tíbet, además de la copia de tu pasaporte. Una vez ellos tengan el permiso de entrada a Tíbet, necesitarás una dirección a la que enviarte el permiso en China o Nepal (normalmente la dirección de tu hotel en uno de estos países).
- Dependiendo de como entramos al país, necesitaremos el permiso original o no. Si viajamos a Tíbet desde China mediante tren, con una fotocopia del permiso será suficiente, pero si entramos al país mediante avión (la forma más sencilla y cómoda), entonces si que necesitaremos el permiso original, lo cual nos obliga a tener una dirección para recibir los permisos (como he dicho antes, normalmente será nuestra dirección de hotel).
- Viajar a Tíbet no es barato. Si queremos visitar Lhasa únicamente, basta con contratar los servicios de un guía para la ciudad. Pero si queremos salir de la capital, necesitaremos además del servicio de guía, contratar un 4x4 y un conductor, además de otros permisos necesarios para salir de la ciudad, aunque de todo eso se encarga la agencia.
- La necesidad de visitar el país con guía no significa que estemos vigilados las 24 horas. Esto era algo que yo quería evitar a toda costa y la verdad que en ese sentido todo fue perfecto. Más que guía, es un acompañante, ya que para realizar las visitas a los monasterios y demás lugares estás obligado a entrar con ellos, pero una vez terminan las visitas, el resto del día estás a tu aire, pudiendo moverte libremente por donde quieras.
- Mucha gente suele viajar a China o Nepal y una vez desde allí, contratan los servicios con alguna agencia o hostel que ofrece la visita al país. Es otra opción interesante pero que a mi parecer te hace perder más tiempo, ya que primero tienes que elegir la agencia y luego tienes que tramitar los permisos estando allí. En Nepal necesitas al menos cuatro días para obtener los permisos, y en China algo menos.
- A fecha de nuestro viaje, octubre de 2014, las condiciones para entrar al país permitían viajar a una sola persona. Digo esto porque hace dos años ya tuve la intención de visitar el país, pero por aquel entonces para obtener el visado era obligatorio entrar en grupos de al menos cuatro personas y de la misma nacionalidad, cosa que hacía mucho más difícil el acceso.
- Aún teniendo todos los permisos concedidos, uno nunca puede estar seguro de visitar Tíbet. El gobierno chino puede cerrar la frontera en cualquier momento, así que es algo que hay que tener presente a la hora de preparar un viaje a Tíbet.
Aunque parezcan muchas cosas, con
un poco de paciencia se pueden obtener los permisos necesarios desde España,
así que solo puedo animar a todo el mundo a que visite es increíble país. Todo
el esfuerzo merece muchísimo la pena.
Agencias
Esto fue algo que miré muchísimo
antes de viajar a Tíbet. Dando por hecho que hay que visitar el país con una
agencia, mi intención era que esta fuera lo más alternativa posible, y además
tenía un requisito indispensable, debía de ser una agencia tibetana.
Tras mirar por varios foros
viajeros encontré varias agencias que cumplían los requisitos. Me puse en
contacto con ellos vía e-mail. Me mandaron varios itinerarios y precios y al
final decidí quedarme con una de ellas, Tibetan Guide.
Dhondup, su director fue muy
amable, resolvió todas mis dudas rápidamente y me hizo un presupuesto bastante
ajustado teniendo en cuenta las características del país.
La experiencia fue más que
positiva. Todo el viaje estuvo perfectamente organizado. Los hoteles que nos
reservó fueron perfectos, el 4x4 que usamos para la ruta estaba en perfecto
estado, y el guía Tenchuong, aunque algo tímido al principio, nos contó
muchísimas cosas sobre el país y su religión. Como ya he comentado, el guía es
más bien un acompañante, así que no hay que pensar que vamos a tener una
persona 24 horas encima nuestro, cosa que yo quería evitar a toda costa.
Sin duda recomiendo la agencia de
Dhondup a todo el mundo.
Webs de ayuda
Mientras preparaba el viaje conocí a un viajero que me ayudó en algunas
dudas que tenía sobre los preparativos del viaje. Es una persona que lleva
mucho tiempo viajando a Tibet y que además colabora con una agencia
especializada en el país. Conoce el país a la perfección y además tiene un blog dedicado a Tíbet con mucha información
importante, así que aquí dejo su enlace para que se pueda visitar. Seguro que
servirá de mucha ayuda.
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