martes, 7 de agosto de 2012

Día 16 – Dazhai-Yangshuo

Por la mañana temprano despertamos en medio de aquel paisaje idílico, en pleno corazón de las Terrazas de Longji. Por primera vez en 16 días desayunamos en condiciones en nuestro hostel, unos simples huevos revueltos con bacon y café de los que disfruté como si fueran un auténtico manjar (30¥). Nada más terminar nuestro suculento desayuno, nos fuimos a visitar los tres miradores de las terrazas. Cada uno de los tres miradores, disponen de unas vistas de ensueño, y aunque no están lejos entre sí, visitarlos te lleva prácticamente todo el día. Primero nos fuimos a visitar el que más lejos quedaba de nuestro hostel, el mirador número 3, el Golden Buda Peak.




Todos los miradores están muy bien señalados, así que basta con seguir las señales que nos vamos encontrando. Cada mirador tiene una perspectiva diferente de la montaña, y mientras llegas a ellos, vas cruzando diferentes poblados donde te encuentras no más de cinco o seis casas de madera, muchas de ellas sin prácticamente nada dentro, donde observas el trasiego cotidiano de sus habitantes.


Es frecuente cruzarte con aldeanos trabajando en las terrazas, o mujeres Yao vendiendo sus artículos, siempre con una sonrisa o un guiño cómplice.


Después de visitar el mirador número tres, nos fuimos a visitar el mirador número dos, el Thousand Layers to the Heaven. Mientras llegábamos al mirador, nos encontramos con una mujer Yao que estaba tejiendo uno de sus muchos artículos. Con los típicos problemas para hacernos entender, la mujer, muy amable y simpática, nos comenzó a explicar un poco como confeccionaba sus vestidos y nos enseñó todo su catálogo de productos, y tras pedirle que si nos podía enseñar su larga melena (y dando un pequeño donativo de 20¥ por supuesto), la mujer accedió a enseñarnos su pelo. La verdad es que pasamos un buen rato, ya que la mujer, además de cantarnos una canción y darnos un sin fin de abrazos, incluso buscaba el mejor ángulo para las fotos (se veía curtida en mil batallas).

 



He de decir que antes de llegar a Dazhai, pensaba que todo el espectáculo de las mujeres Yao sería una turistada más, un saca dinero como suele pasar en muchas partes, pero he de reconocer que estaba totalmente equivocado. Me sorprendió la amabilidad de las mujeres y hombres Yao, su predisposición a ayudarte, y aunque lógicamente viven del turismo, y eso es algo que hay que entender, la verdad es que en ningún momento tuve la sensación de ver como intentan engañarte (que malo son los prejuicios!!!).




Una vez visitamos el mirador número dos, no pudimos resistirnos a volver a visitar el mirador número uno, ya que aunque lo habíamos visitado el día anterior, no queríamos irnos de Dazhai sin visitarlo por última vez.




Una vez visto todos los miradores de Jinkeng, nuestra primera intención era hacer el trekking hasta la vecina Ping’an, trayecto que dura unas cuatro horas, pero mirando las conexiones, vimos que el bus de Ping’an hacia Guilin salía a las 9:00h, y había que reservar con un día de antelación. Como no estábamos muy seguros de encontrar plazas en el bus, ya que llegaríamos a Ping’an a última hora de la tarde, y el no conseguir billetes representaba perder dos días en Ping’an, decidímos irnos directamente hacia Guilin desde Dazhai. Hay varios buses entre Dazhai y Guilin, y el horario es de 8:00 h a 17:30 h (precio 30¥). Los buses no van directos, hay que cambiar un par de veces de bus por lo que nos dijeron en el hostel, y el trayecto dura unas tres horas. Ya con nuestro siguiente destino decidido, Guilin para intentar llegar a Yangshuo para pasar la noche, nos fuimos dirección al parking de Dazhai para tomar el bus de las 16:30 h. Mientras íbamos dirección al parking, un chino nos pregunta si íbamos dirección a Guilin. Al decirle que sí, que íbamos a coger el bus de las 16:30 h, me dice que él nos puede llevar directos en su furgoneta por el mismo precio que el bus (30¥ por persona) y que en dos horas estábamos en Guilin. Después de pensarlo por un instante, le dimos el OK, así que nos montamos en su furgoneta de siete plazas, y aunque mientras salíamos de Dazhai fue parando buscando más gente para llevar, no tuvo suerte, así que tuvimos toda la furgoneta para nosotros solos, todo un lujo. Tras un viaje bastante cómodo, efectivamente en dos horas estábamos en Guilin. No teníamos intención de parar el Guilin, ya que nuestro siguiente destino era Yangshuo, y más concretamente Xingping, así que le dijimos a nuestro chofer que íbamos dirección Yangshuo, que si nos podía dejar en la estación de buses, a lo que accedió sin problema, así que en poco más de dos horas estábamos en la estación de Guilin con el billete de bus a Yangshuo comprado (29¥). Tras despedirnos de él no pude resistirme a pedirle una foto a la que volvió a acceder sin problema, un fenómeno el chino!!!!


El trayecto en bus de Guilin a Yangshuo tarda 1’45 h. Llegamos a Yangshuo más tarde de las 20:00 h, así que los buses dirección a Xingping ya no circulaban, así que fuimos a buscar alojamiento para pasar la noche, con intención de coger el bus a Xingping a primera hora del día siguiente. Tenía un par de hostels recomendados en Yangshuo, así que fuimos a buscar uno de ellos, en concreto el 11 hostel, un hostel muy recomendable, relación calidad-precio muy buena (habitación compartida 35¥). Una vez dejamos las mochilas, nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad, ya que había muchísimo ambiente. Mientras preparaba el viaje, había leído a mucha gente llamar a Yangshuo el Benidorm de China, pues bien, nada más llegar, supe el porqué. Yangshuo es una ciudad al más puro estilo ciudad veraniega de España. Cuando paseas por su calle principal, West street, no sabes si estás en China o en Lloret de mar. La zona está llena de tiendas de souvenirs, restaurantes turísticos, bares de copas con música a todo volumen, y montones y montones de turistas occidentales paseando por sus calles (nosotros entre ellos, claro). Mientras paseábamos por sus calles, quedaba claro que la tranquilad de días anteriores había llegado a su fin. El ambiente no nos entusiasmó demasiado, pero Yangshuo era solo ciudad de paso, ya que nuestro destino para los próximos días era Xingping como ya he comentado, un pueblo a una hora en bus, mucho más pequeño y para mi gusto con mucho más encanto que Yangshuo. Después de dar un paseo por las principales calles de la ciudad, nos fuimos dirección al hostel, y nada más llegar a la habitación, resulta que compartíamos habitación con una pareja de hermanos de Barcelona y un amigo de ellos de Canarias. Estuvimos un buen rato hablando sobre los días que llevábamos y compartiendo experiencias. La verdad que pasamos un buen rato charlando sobre los chinos y sus costumbres, echándonos unas risas y pasando un rato muy agradable, una gente muy maja.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario