Tras un día lleno de emociones, despertábamos a las 5:45h y ya desde la ventana de la habitación comprobábamos que la suerte nos sonreía, ya que el cielo a esas horas de la mañana se encontraba totalmente despejado, no había ni rastro de las nubes que nos habían acompañado la tarde anterior, así que íbamos a tener la suerte de poder ver amanecer en ABC en todo su esplendor.
Machhaphuchhare ( 6.993 mts)
Salimos disparados hacia el santuario de Annapurna, donde ya habían muchos espectadores ataviados con gorros, guantes, chaquetas y cámaras en mano queriendo inmortalizar el momento.
Y es que a estas horas de la mañana el frío era más que evidente, pero nadie estaba dispuesto a perderse el espectáculo.
Annapurna Sur (7.219 mts)
La montaña nos recibía clara y despejada y nada mejor para entrar en calor que la emoción del momento.
Annapurna I (8.201 mts)
Estar rodeado por 360º de montañas gigantes hacen que uno se sienta insignificante en un lugar como este.
Annapurna Sur (7.219 mts)
Tras un rato disfrutando de la tranquilidad y majestuosidad del lugar, de repente el primer rayo de sol apareció para iluminar la cumbre de Annapurna I. La emoción del momento era indescriptible. Uno no puede quedarse indiferente cuando tiene ante sí una de las montañas más difíciles de escalar del mundo frente a frente.
Annapurna I (8.201 mts)
Su arista de siete kilómetros se muestra preciosa vista desde abajo. Su glaciar parece imposible de superar. El gran Iñaki Ochoa descansa en esta montaña.
Tras Annapurna I, Annapurna Sur y así sucesivamente, el sol terminó bañando todas las cimas lentamente. El momento era irrepetible.
Annapurna Sur (7.219 mts)
No querías abandonar ese lugar por nada del mundo, en tu interior sabes que todo el esfuerzo que has hecho para llegar hasta aquí merece la pena saborearlo lentamente, pero había que regresar.
Descendimos de nuevo hasta el refugio, hicimos nuestras mochilas y tras reponer las fuerzas con un rico desayuno, nos dispusimos a abandonar ABC.
Machhaphuchhare ( 6.993 mts)
Teníamos como objetivo llegar hasta Bamboo donde pasaríamos noche, así que muy a nuestro pesar, comenzamos el camino de vuelta. Cada poca distancia volvíamos a girar para despedir a Annapurna I y Annapurna Sur, mientras poco a poco aparecía ante nosotros de nuevo Machhaphuchhare Base Camp, síntoma inequívoco que habíamos abandonado el santurario de Annapurna.
El camino desde Chomrung hasta ABC es el mismo de subida que de bajada, así que volvíamos tras nuestros pasos por donde un par de días antes habíamos subido. El camino de regreso se hizo muy ameno, habíamos conseguido nuestro objetivo y todo había salido redondo, ahora solo quedaba disfrutar de la bajada.
Volvimos a parar en Himalaya para comer y tras seis horas
de pateada llegábamos a nuestro destino del día, Bamboo. Una ducha después de
tres días era poco más que un tesoro. Sabíamos que estábamos llegando al fin de
nuestro trekking, pero a la vez éramos conscientes de haber vivido unos días de
disfrute personal inolvidables.
Los tés de la tarde, las partidas de cartas, las charlas
con Grande.... seguro que todo esto lo iba a echar de menos muy pronto.
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