Continuábamos nuestro descenso de ABC, y poco a poco nuestro trekking estaba llegando a su fin. Hoy sería nuestra última noche en la montaña, ya que al día siguiente dormiríamos en Pokhara. Nuestra jornada de hoy acabaría en Jhinu, y para despedirnos de nuestro trekking, nada mejor que unos baños termales para decir adiós a Annapurna.
Como siempre, nuestro churro nepalí nos servía para coger fuerzas a primera hora del día, y tras el suculento desayuno, mochila a la espalda y a patear.
De nuevo continuábamos tras nuestros pasos, así que el camino de bajada hasta el pueblo de Chomrung volvía a ser el mismo que habíamos empleado para subir unos días atrás. Mientras bajábamos nos cruzábamos con los trekkers que subían hacia ABC, cruzando saludos y algún que otro grito de ánimo con un grupo de españoles que hacían el camino de subida.
La jornada de hoy era de nuevo el famoso plano nepalí, es decir subidas y bajadas hasta llegar a Sinuwa, donde habíamos pasado la noche unos días atrás. Descanso corto y vuelta al camino. Así llegamos hasta la bajada pronunciada que nos llevaba a cruzar de nuevo el puente colgante de hace unos días, fuerte subida hasta Chomrung primera parte de la etapa hecha.
Paramos a comer en Chomrung, en el mismo sitio que paramos de subida. Hoy las montañas estaban tapadas por las nubes, pero hace unos días disfrutamos en este mismo lugar de unas vistas sobre Annapurna III y Cola de pez preciosas. Hoy no estábamos de suerte, pero no nos podíamos quejar en absoluto.
Después de comer nos pusimos en marcha hacia nuestro destino del día, Jhinu. Tan solo nos separaba una fuerte bajada de unos 45 minutos, así que nos pusimos manos a la obra tranquilamente y para cuando quisimos darnos cuenta, ya habíamos llegado. Tras seis horas de trekking llegábamos a nuestro destino.
Se trata de un bonito pueblo al comienzo del valle. Ahora que veíamos las montañas tan alejadas, uno se lo tenía que pensar dos veces para volver a subir hasta ABC... Pero nosotros habíamos cumplido con creces nuestro objetivo. Ahora tan solo nos quedaba disfrutar de lo conseguido, y para ello habíamos decidido parar en Jhinu, ya que en este pueblo encontramos unas aguas termales que iban a poner el broche final a nuestros días de trekking.
De nuevo continuábamos tras nuestros pasos, así que el camino de bajada hasta el pueblo de Chomrung volvía a ser el mismo que habíamos empleado para subir unos días atrás. Mientras bajábamos nos cruzábamos con los trekkers que subían hacia ABC, cruzando saludos y algún que otro grito de ánimo con un grupo de españoles que hacían el camino de subida.
La jornada de hoy era de nuevo el famoso plano nepalí, es decir subidas y bajadas hasta llegar a Sinuwa, donde habíamos pasado la noche unos días atrás. Descanso corto y vuelta al camino. Así llegamos hasta la bajada pronunciada que nos llevaba a cruzar de nuevo el puente colgante de hace unos días, fuerte subida hasta Chomrung primera parte de la etapa hecha.
Paramos a comer en Chomrung, en el mismo sitio que paramos de subida. Hoy las montañas estaban tapadas por las nubes, pero hace unos días disfrutamos en este mismo lugar de unas vistas sobre Annapurna III y Cola de pez preciosas. Hoy no estábamos de suerte, pero no nos podíamos quejar en absoluto.
Después de comer nos pusimos en marcha hacia nuestro destino del día, Jhinu. Tan solo nos separaba una fuerte bajada de unos 45 minutos, así que nos pusimos manos a la obra tranquilamente y para cuando quisimos darnos cuenta, ya habíamos llegado. Tras seis horas de trekking llegábamos a nuestro destino.
Se trata de un bonito pueblo al comienzo del valle. Ahora que veíamos las montañas tan alejadas, uno se lo tenía que pensar dos veces para volver a subir hasta ABC... Pero nosotros habíamos cumplido con creces nuestro objetivo. Ahora tan solo nos quedaba disfrutar de lo conseguido, y para ello habíamos decidido parar en Jhinu, ya que en este pueblo encontramos unas aguas termales que iban a poner el broche final a nuestros días de trekking.
Tras un descanso, cogimos nuestras cosas (jabón, toalla y ropa limpia) y nos fuimos hacia los baños (50 rupias). Unos veinte minutos tras el bosque para bajar al río, y de repente no podíamos creer lo que estábamos viendo. Parecía que habíamos llegado al jardín del edén. Tres piscinas termales de agua caliente al borde mismo del río Modi, el cual bajaba agua del mismo glaciar de Annapurna.
Nos acercamos tímidamente antes de meternos a la ducha. Tocamos el agua y parecía imposible, agua caliente salía de los chorros de la montaña. Sin pensarlo, nos metimos en las piscinas tras diez días de pateada.... aquello era lo más parecido al paraíso en la tierra. Doy fe de ello.
Estuvimos allí metidos hasta arrugarnos las cejas. Todo el mundo que llegaba disfrutaba del momento. Aquello era el colofón perfecto a diez días inolvidables.
Nos acercamos tímidamente antes de meternos a la ducha. Tocamos el agua y parecía imposible, agua caliente salía de los chorros de la montaña. Sin pensarlo, nos metimos en las piscinas tras diez días de pateada.... aquello era lo más parecido al paraíso en la tierra. Doy fe de ello.
Estuvimos allí metidos hasta arrugarnos las cejas. Todo el mundo que llegaba disfrutaba del momento. Aquello era el colofón perfecto a diez días inolvidables.
Una fina lluvia comenzó a caer, momento en el cual decidimos retirarnos. El resto de la tarde la pasamos en el porche de nuestro Guest House, con un té caliente y viendo caer la lluvia.
Era nuestra última tarde en la montaña. Todo había salido perfecto.
Era nuestra última tarde en la montaña. Todo había salido perfecto.
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